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Liberar tu creatividad, soltar el pasado y expresar tus sentimientos son algunas de las formas en las que puedes sanar a tu niño interior.
¿Te has preguntado cómo se formó nuestro carácter y personalidad? ¿Qué influyó para que nuestro comportamiento sea de cierta manera? Todo se forja desde la infancia y entrar en contacto con tu niño interior te ayudará a comprender tus conflictos internos y deshacerte de los bloqueos inconscientes que afectan a tu adulto funcional.
Libera tu creatividad
La mayoría de los adultos tiene la creencia que la creatividad es cosa de niños, sin embargo, las personas con mayor éxito son las que innovan, reinventan y llevan su imaginación al límite, por ello, es fundamental mantener a nuestro niño interno sano y cuidado para que nos llene de espontaneidad, sorpresa, de una actitud divertida y lúdica que permee nuestra vida adulta. Permite que tus pensamientos salgan de la caja para evitar que todo parezca repetitivo, acartonado y cansado, date la oportunidad de liberar el estrés y confía en tu niño interior.
Suelta el pasado
Para que tu niño interior esté sano es primordial sanar las heridas del pasado, deshacerte de los resentimientos y perdonar. Suena tarea difícil, pero es cuestión de tiempo y esfuerzo para liberar todas esas ataduras que repercuten en tu día a día, es tu momento para romper las cadenas y dejar de lado todas aquellas actitudes que influyen en tu actualidad. Una vez que sientas la liberación, vivirás relajado, con energía y soltura para la vida adulta.
Expresa tus sentimientos
Algunas de las personas crecen con la frase “no llores, ya eres un niño grande” y aunque podría ser algo inofensivo, fue un parteaguas para el desarrollo emocional reprimiendo los sentimientos. Lo mismo pasa en el mundo interno, si este está interpretando la realidad directamente puede ser que la persona cometa un error en el trabajo y la experiencia interna sea de fracaso total porque hizo algo mal. Puede ser que no se le dice al mundo, puede que se tenga una máscara de que “no pasa nada”, pero se siente adentro y eso estresa.
Desde la parte adulta madura se está todo el tiempo poniendo las cosas en perspectiva para que la realidad no nos agobie y se pueda llevar las responsabilidades de la vida de manera que también se disfruten, aunque se esté trabajando. Un mismo problema puede ser interpretado como estresante desde la parte infantil o como retador desde la parte adulta, parece sutil la diferencia entre las palabras, pero en realidad hace toda la diferencia entre vivir acumulando estrés o vivir estresado, ya que de eso depende nuestra salud y bienestar. Por ello, es importante que expreses tu sentir al momento para evitar toda atadura que pueda repercutir en tu vida adulta.