Imágenes: Cortesía FIFA
La selección campeona defensora debutó en Qatar 2022 con la finalidad de repetir la gloria de hace 4 años.
La Maldición toca a la puerta
El partido comenzó con un ritmo agradable, con ambos equipos midiendo a su rival. El fantasma de “La Maldición del Campeón” empezó a rondar muy rápido el encuentro cuando al minuto 9’ los australianos armaron una secuencia de pases que Craig Goodwin concluyó al superar a Hugo Lloris y así adelantarse en el marcador. El equipo galo intentó reaccionar, pero los oceánicos no se replegaron lo que resultó en un encuentro parejo.
Fue en un segundo centro de un tiro de esquina que Francia encontró el empate con remate de Adrien Rabiot al 27’. Los europeos cobraron confianza y empezaron a encontrar algunas oportunidades y empezaron a presionar cada vez más; la recompensa llegó justamente cuando recuperaron el balón en una mala salida de los australianos, Olivier Giroud quedó solo frente a la portería para empujar el balón y así concretar la voltereta al 32’.
Campeón de cuidado
Rumbo al final de la primera mitad, los franceses se relajaron un poco y, aunque Australia no generaba demasiado, terminó por estrellar un remate al poste ya en tiempo de compensación. El segundo tiempo se mantuvo sin sorpresas hasta que los galos comenzaron a explotar las bandas con jugadas que rindieron frutos; primero Ousmane Dembélé sirvió por la derecha para que Mbappé rematara de cabeza para el 3-1 al 68’. El mismo Kylian centró por la izquierda para que Giroud cabeceara y clavara el 4-1 al 71’. Con esto, Olivier alcanzó a Thierry Henry como máximo goleador con 51 tantos con su selección.
Nuevamente Francia se relajó, pero los australianos no lograron lucir peligrosos, por lo que el partido siguió su curso sin mayor novedad para que los de la UEFA consumaran su victoria, pensando en sacar una nueva victoria frente a Dinamarca; por su parte, Australia deberá recomponer su camino ante Túnez.