Imágenes: Erick Moreno
Cielito Querido Legado ofrece variada degustación Gourmet, como un verdadero agasajo al paladar con lo mejor de su cocina mexicana y con los mejores productos de temporada, anunciando la apertura de su primer restaurante y cafetería con 5 pilares: México, cielo, tierra, café y sabores.
Cielito Querido Legado es un nuevo concepto situado al interior del Hotel Hyatt Regency Insurgentes, con la distinción de un concepto multisensorial que incluye cambios de iluminación, música y aromas a lo largo del día, creando un ambiente dinámico y personalizado para los comensales, reinterpretando a Cielito Querido Café, marca muy querida en México, que ahora llega a otro escalón con una experiencia Premium, para hacer énfasis a la cocina mexicana y a su arquitectura. Se ha integrado la conceptualización de la marca, volviendo esto un proyecto único, donde el éxito está en la propuesta de interiores, elementos de la naturaleza, para hacer sentir al público que se deleita con sus alimentos debajo de un árbol de café.
Esta es una visión integral, desde lo visual, espacial, olfativo y su comida que es fuera de serie. México es de los pocos países que cuenta con enorme variedad de ingredientes, por esto es que los alimentos que se sirven se convierten en una oda culinaria, trayendo a la mesa, los mejores ingredientes y las más exquisitas combinaciones. Así que, Cielito Querido Legado es un espacio que permite desconectarse de la ciudad para tener una inmersión en un espacio único que brinda una experiencia culinaria a otro nivel.
Iniciando con la camaradería que les caracteriza, el restaurante Cielito Querido Legado, refrescó a sus comensales con un clásico, sirviendo su Mojito cielito, preparado con Bacardi blanco, infusión de menta, jarabe de menta, jugo de limón y agua mineral, perfecto para abrir el apetito y refrescar en esta época de calor, aunque el espacio de Cielito Querido Legado es de lo más fresco, amplio y agradable, y lo mismo cuenta con un espacio al aire libre rodeado de vegetación que ayuda a mantener un clima adecuado y fresco, aunado a su botana y sus dos fabulosas salsas, el preámbulo comenzó de manera extraordinaria.
El mix de frituras fue el primero en arribar a la mesa, compuesto por Malanga, betabel, camote amarillo, yuca y plátano verde, junto a la Ensalada verde de brócoli, espinacas, quesillo y ejotes con aderezo de pepita de calabaza y jalapeños encurtidos, dándole una perfecta presentación en este primer acercamiento a la combinación de aromas, texturas y sabores, muy propicias para incentivar el apetito y encausar la digestión. En donde los ejotes y el epazote brindaron una enorme sensación gustativa que remitía a variados platillos de la comida mexicana. Una excelente entrada para una experiencia culinaria sin igual.
Las tostadas de tinga de setas con frijoles refritos, fueron presentados como un guisado de mamá, sobre una tostada muy al estilo de las familias mexicanas, con lo que se comienza a tener una experiencia gastronómica totalmente afectiva y amorosa en este ambiente arquitectónico de otro nivel que, de inmediato, lleva de la ciudad al interior de la República, al contacto con la gente y la tradición. En este platillo encontramos un sabor muy tenue y asentado, como lo suele dar la seta, que tiene un realce con los frijoles negros refritos que vuelve insuperable este platillo, pues es a penas el preámbulo para uno de los tiempos más fuertes de la degustación.
La gordita de harina rellena de quesos, quesillo y doble crema, con cebollas encurtidas y frijoles enteros fue un regalito a la vista, como un apapacho al corazón, resaltando el colorido de la cebolla rosada que le da al platillo un toque rosa mexicano y que, al paladar y al estómago, brinda un efecto placentero y único, pues es presentado a una temperatura correctamente caliente, con una consistencia suave de la harina, y esponjosa por el quesillo, con la combinación simple del agridulce de la cebolla y el sabor estable del frijol, un verdadero deleite.
La milanesa de pollo con espagueti cremoso y pico de gallo fue una verdadera revelación, con una consistencia más seca y crujiente del empanizado, pero con un contraste de sabor por el pico de gallo, que hacen de este platillo el verdadero plato fuerte de la mesa. Además, el espagueti tiene una cremosidad muy especial que le da un sabor único, como si no se conociera ese sabor en el espagueti, por lo que, brinda definitivamente una experiencia de sabores muy estables y deliciosos, haciendo de este plato la mejor opción como plato fuerte.
La comida mexicana brinda siempre diversas experiencias y no podía faltar la experiencia de comer con las manos, pues es un hábito muy usual aún en diversas partes de la República. Además, la tortilta ahogada de brisket con salsa roja de guajillo, cebolla morada encurtida y kimchi no podía comerse de otra manera, por lo que, muy puntualmente, nos facilitaron unos guantes para poder degustar este platillo, con la desventaja de no poder chuparse los dedos.
La extraordinaria experiencia de sabor no podría terminar sin el momento dulce, como cierre de la degustación, ofreciendo los postres: Tamalito dulce de taro con tapioca de jerez, crema montada, bluberries y flores comestibles y la Natilla de chocolate con chía preparada con leche de coco, mermelada de jamaica y frambuesa, nueces y nibs de cacao garapiñado, servidos con frutos frescos sobre unas hojas de maíz, con consistencia suave, fresca y a temperatura templada para degustar con calma con un buen café o con una tisana propias de Cielito Querido Legado. En el postre está debidamente cuidado el peso de azúcar, sin que en ningún momento se sienta empalagoso, por lo que la experiencia es completa, agradable, en justa medida de sabor, color, textura y presentación.
Desde luego que está degustación no podía ser más excelsa, pues está bajo la supervisión de las delicadas manos expertas de Gaby Ruiz, quien dulcemente nos deleitó con sus especialidades, su sazón tabasqueña y su delicadeza en cada detalle de la presentación de los platillos.
Este nuevo emprendimiento seguramente tendrá su pronta expansión que exalta a México a través de los sabores de esta tierra.