Review: “Pathfinder: Kingmaker. Definitive Edition”

: Redacción; 02 Septiembre 2020

Review: “Pathfinder: Kingmaker. Definitive Edition”

Imágenes: Cortesía Deep Silver | Gameplay PoluxWeb.com

Video: Cortesía Deep Silver

Hace un par de años, Owlcat Games nos sorprendió con un elaborado RPG para PC que hoy llega en su versión para PlayStation 4 y Xbox One con todos los DLC postlanzamiento; se trata de “Pathfinder: Kingmaker. Definitive Edition”.

La más completa experiencia

Ya de por sí el juego parecía muy completo en 2018; y con todos los DLC que llegaron después, se complementó aún más. Sobra decir, entonces que, la Edición Definitiva de este título es simplemente un agasajo para todos los que esperaban con ansias su llegada a las consolas de actual generación para disfrutar de un RPG en toda la extensión de la palabra.

“Pathfinder: Kingmaker. Definitive Edition” también cuenta con algunos ajustes y opciones que le dan una forma aún más extensa a la entrega original. Por supuesto, la esencia que tan buen sabor de boca dejó en su salida se mantiene intacta, por lo que podemos encontrar las acciones clásicas de un RPG; eso sí, siempre se siente el cambio a control, por lo que puede llegar a ser un tanto confuso adaptarse a todas las posibilidades, al menos al inicio.

Cuando comenzamos, podemos elegir entre tres caminos; la historia principal, y los dos DLCs previamente lanzados: “Varnhold's Lot” y “Beneath the Stolen Lands”. Evidentemente, conviene ir en orden, pues nuestro desarrollo altera lo que viene. En cualquier caso, existen 6 niveles de dificultad a elegir; o bien, podemos configurar la propia, personalizando algunas opciones de la IA.

Forjando un reino

Para comenzar la partida, debemos seleccionar a un personaje; hay 6 predefinidos, pero también ofrece la posibilidad de crear a uno propio con una gran variedad de opciones tales como forma, raza (humano, elfo, enano, orco, etc.), clase (clérigo, ranger, bárbaro, guerrero, mago, monje, paladín, etc.), entre otras; cada uno con atributos (inteligencia, sabiduría, fuerza, etc.) y habilidades específicas que pueden aprovecharse (o no) durante la aventura. Aunque se puede ajustar la apariencia (cuerpo, cara, manos, tono de piel, cabello, etc.), no tiene un efecto tan impactante dentro del juego principal.

Para su versión de consola, “Pathfinder: Kingmaker. Definitive Edition” cuenta con algunas modificaciones en su gameplay que lo hacen más accesible. En cualquier caso, existen muchas opciones configurables en el menú para personalizarlo tan minuciosamente como que quiera; un ejemplo clave es la posibilidad de activar o desactivar la pausa dando como resultado enfrentamientos en tiempo real.

RPG a la vieja escuela

Podemos movernos libremente por los escenarios, convirtiendo a la exploración en uno de los atractivos, pues existen diversos ítems regados por todos los rincones. Claro que nuestro inventario tiene una capacidad limitada y, además, no podemos viajar con un gran peso (cada objeto cuenta con un peso específico).

Conforme avanzamos, vamos sumando aliados, los cuales nos apoyan en todas las batallas que se vayan suscitando. Son hasta 6 aventureros los que van en el camino; no siempre son los mismos.

Los enfrentamientos se desarrollan bajo un esquema de turnos sumamente ordenado que permite tener un control pleno del combate (no significa que derrotar a los enemigos sea fácil) al poder plantear una mejor estrategia según nuestros aliados y nuestros adversarios. Existen también algunos puzzles a resolver y las infaltables recetas de cocina.

Durante nuestro turno se muestra la dirección de ataque y radio de alcance, así como el destino del movimiento, opción que constantemente se vuelve importante aprender a manejar, ya que no siempre es tan oportuno el ataque de frente. La complejidad se hace notar por la gran cantidad de opciones que debemos considerar, ampliada además por cada personaje. Obviamente, cada uno de nuestros valientes amigos cuenta con habilidades que debemos aprovechar, entendiendo que existen limitantes. Para nuestra fortuna, cuando cae uno de los miembros de nuestro grupo, no es el fin de todo; se puede continuar con los que estén de pie y, si ganamos, todos recuperan parte de su energía vital; de ahí la importancia también de cambiar entre compañeros para activar ciertas habilidades de regeneración.

Cabe mencionar, por cierto, que no existe como tal una introducción a la mecánica de juego, por lo que la curva de aprendizaje es más lenta de lo esperado, teniendo que pasar alguno que otro dolor de cabeza en los primeros minutos de juego. Lo que sí sabemos es que nuestra meta es levantar y gestionar nuestro propio reino.

Las batallas, en muchas ocasiones, resultan todo un reto, pues depende mucho de nuestras habilidades y armas disponibles (desde el inicio se padece por esta cuestión). Además, hay muchas que se generan de la nada, lo que resulta agotador al volverse constantes, considerando que ya de por sí completar el juego puede durar alrededor de 100 horas; basta ver el mapa para dimensionar el tiempo que hay que invertir.

La historia es atrapante; claro que hay que tener el suficiente tiempo (los diálogos son sumamente extensos) para indagar en todo lo que nos ofrece, pues incluso tiene momentos de humor y hasta misterio, toda vez que, desde el inicio, las intenciones de ciertos personajes quedan en incertidumbre. Además, los diálogos que entablamos y acciones tomadas afectan directamente la relación con otros personajes y, evidentemente, el rumbo de nuestro destino. De hecho, hay situaciones que se pueden arreglar más allá de la fuerza; por ejemplo, podemos usar el sigilo, la diplomacia, el engaño o la intimidación en algunos casos.

Contenido Definitivo

Como parte del contenido de la Edición Definitiva nos encontramos con dos nuevas historias que pueden jugarse desde el menú principal:

Varnhold’s Lot: Una vez que se reclama el primer título, un nuevo barón aparece y debemos aliarnos a él. Todo se desarrolla de manera paralela a la historia principal sin que se afectan una a la otra.
Beneath The Stolen Lands: Los secretos de Stolen Lands quedan expuestos. Debemos ingresar a un calabozo ya sea desde el menú principal o bien desde la historia principal.

Además, están elegibles los siguientes contenidos, desde un principio.

The Wildcards: Una nueva raza es jugable; se trata de los Tieflings, que pueden controlar la clase Kineticists.
Bloody Mess: Una opción nueva que agrega más violencia.
Arcane Inleashe: Añade más magia y hechizos.
Royal Ascension: Un conjunto de extras que incluye soundtrack, libro de arte, retratos para el juego, módulo de juego de mesa, mapa en alta resolución y un panda rojo.

Camino seguro

“Pathfinder: Kingmaker. Definitive Edition” es muy equilibrado en todos sus aspectos. Pese a que a la vista resulte, por momentos, monótono, gráficamente es uno de los títulos del género con mayor detalle, pues, aunque de verse -obviamente- en perspectiva isométrica, el escenario se extiende con suma profundidad permitiendo apreciar hasta el más diminuto objeto en cada rincón. Sin embargo, pudieron haber definido más las características de los personajes. Asimismo, se apoya imágenes estáticas a manera de relato para seguir desarrollando la trama.

La música es una oda a cualquier aventura épica; incluso recuerda a aquella que nos hizo vibrar en “El Señor de los Anillos”. La mezcla de sonido, por su parte, no sobresale, así que con las propias bocinas de la pantalla o una barra de sonido es suficiente.

Lamentablemente, “Pathfinder: Kingmaker. Definitive Edition”, pese a que incluye varios idiomas como inglés, francés, alemán y japonés, no está localizado al español en ningún renglón. Lo que vale agradecer es que se puede seleccionar el tamaño de los textos.

La llegada de “Pathfinder: Kingmaker. Definitive Edition” a consolas crece la oferta del género definiéndose como un poseedor de elementos de la vieja escuela; por lo que todo amante de los RPG lo encontrará sumamente jugoso. A esto le sumamos el contenido adicional a la historia principal que aumenta todavía más la cantidad de juego, pudiendo alcanzar más de 200 horas.

“Pathfinder: Kingmaker. Definitive Edition” está ya disponible para Xbox One y PlayStation 4.