Review: “Taito Milestones”

: Eder Quintero; 02 Mayo 2022

Review: “Taito Milestones”

Imágenes: Cortesía ININ Games | Gameplay PoluxWeb.com

Video: Cortesía ININ Games

Existen muchísimos juegos de la vieja escuela que merecen la pena volverse a jugar y, afortunadamente, hay colecciones que se han encargado de darnos esa oportunidad. En esta oportunidad, se reúnen 10 títulos de los 80’s en “Taito Milestones”.

Una década de oro

La década de los 80’s es, posiblemente, la que desarrolló explosivamente muchas de las industrias del entretenimiento; obviamente, los videojuegos no se podían quedar fuera y Taito fue una de las empresas que más se recuerdan cariñosamente por sus títulos más memorables como “The Ninja Warriors” y “Elevator Action” que, a la fecha, siguen siendo un referente en la cultura gamer.

“Taito Molestones” reúne 10 títulos clásicos desde 1981 hasta 1987, comenzando por “Qix” y culminando, precisamente con “The Ninja Warriors”. Cada uno de ellos, logró posicionarse dentro de los géneros puzzle, acción y plataformas, respectivamente.

Sobra decir que, en ese entonces la dificultad de los juegos solía ser mayor a la que se conoce actualmente, por lo que, al igual que muchas otras colecciones, “Taito Milestones” nos da la oportunidad de guardar los avances en cualquier punto para así cargarlos y volver a intentarlo una y otra vez hasta finalmente terminar ese amado título de antaño.

Lo clásico modernizado

Adicionalmente y, como es fácil suponer, “Taito Milestones” cuenta con algunas configuraciones de pantalla para ajustar la visualización origina, permitiendo estirarla a placer para ajustarla a la pantalla. Eso sí, se extrañan los tradicionales fondos para cubrir los laterales.

Otras opciones que se han incluido, dependiendo de cada juego, es la cantidad de vidas, dificultad, ajustes de sonido y, para aumentar la competitividad, rankings en línea; ya no hay pretexto para demostrar quién es el mejor gamer de la vieja escuela.

Cabe acotar que la pantalla de selección es demasiado sencilla; definitivamente pudo haberse trabajado más, ya que arrancamos y de inmediato nos ofrecen los 10 recuadros rodeando al título, sin mayor opción o descripción de cada juego. Lo único que aparece es la distribución de botones para cada juego a los que, por cierto, conservando la esencia de las recreativas, implica poner créditos (meramente apretando un botón, sin necesidad de gastar todo el cambio de las tortillas).

Es momento de repasar y recordar aquellos títulos que nos hicieron disfrutar horas y horas de diversión; rejugándolos incontables veces.

Qix (1981)

Evidentemente, es el juego más retro de toda la colección y, por ende, también el que cuenta con un gameplay más sencillo. Bastan un conjunto de líneas multicolores para que tengamos una misión que cumplir: reclamar un porcentaje del espacio. Somos un punto que va marcando un camino exclusivamente en cuatro direcciones con la finalidad de cerrar nuestro viaje en el marco principal o en las líneas que hayamos trazado y que se fusionen con él.

La tarea no es para nada sencilla pues siempre habrá mechas persiguiéndonos y, si nos tocan explotamos. También existe una mancha de rayas rebotando por todo el escenario y si nos alcanza a nosotros o alguna de nuestras líneas incompletas, igualmente terminamos por explotar. Por si fuera poco, si nos mantenemos parados cierto tiempo, una mecha comienza a perseguirnos desde el origen de la ruta que estemos trazando. En todo caso, además del movimiento en cuatro direcciones, contamos con dos botones que definen si nos movemos a toda velocidad o con lentitud; la estrategia es clave para lograr el objetivo.

Definitivamente es un título adictivo en el que intentamos superarnos juego tras juego; con los elementos por demás básicos para la época moderna, pero que sigue funcionando a la perfección para entretenernos sanamente.

Sus opciones de personalización incluyen de 1 a 5 vidas, hasta 4 niveles de dificultad para cada uno de los 4 niveles.

Space Seeker (1981)

Definitivamente estamos ante uno de los precursores de los shooters espaciales con una mecánica de juego bastante extendida para su época. Controlamos a una nave que debe alcanzar y enfrentar a un enemigo por territorio, para ello aparecemos en un planeta en el que tenemos que eludir algunas lunas y los mismos disparos de los enemigos.

Los objetivos también cuentan con flotas de defensa; si somos alcanzados por ellas debemos pasar a una visa de primer apersona para acabar con todas las naves contrarias; desde luego, solo contamos con una mira en dos direcciones: izquierda y derecha, por lo que si uno de los enemigos elude nuestros disparos debemos esquivarlo en los mismos sentidos.

Al alcanzar los territorios enemigos, el formato cambia un scrolling horizontal para a un recorrido en 2D por un lugar sumamente hostil con enemigos que no dudan en lanzase contra nuestra nave a la que le basta un solo impacto para caer.

Sus opciones incluyen de 3 a 6 vidas, puntaje es requerido para alcanzar una vida extra y girar la pantalla.

Alpine Ski (1982)

Esquiar en los 80’s nunca fue tan divertido como con “Alpine Ski”. Un juego que nos permite ir a gran velocidad consiguiendo puntos, mientras esquivamos obstáculos tales como piedras y árboles en un scrolling vertical donde viajamos de debajo de la pantalla hacia arriba. Desde luego, los puntos que valen más se encuentran ubicados en los lugares más complicados.

“Alpine Ski” ya daba muestra de que con sprites se podían representar gratamente diversos personajes y escenarios.

Dentro de las opciones particulares se incluyen bonificación por salto, límite de tiempo de juego (de 1 a 2:30 minutos), Puntaje para primera extensión y girar la pantalla.

Front Line (1982)

“Front Line” permite sumergirnos en la guerra controlando un soldado, tanque y vehículo blindado en un scrolling vertical de abajo hacia arriba que nos permite movernos en cuatro direcciones, disparando y soldando bombas. Claro que debemos cuidarnos de los enemigos que se abalanzan sobre nosotros y además evitar tocar minas que acaban con nosotros al primer contacto. Para sentir la acción más real, podemos cubrirnos tras algunos arbustos, pero eso no evitará ser alcanzado por una granda.

Uno de los mayores inconvenientes de “Front Line” es que controlar la dirección de disparo resulta incómodo con el stick derecho cuando el botón de disparo también depende del pulgar; afortunadamente, podemos redistribuir los botones para una mejor experiencia. También vale la pena hacer notar que, si tardamos mucho en un lugar, nos lanzan piedras para obligarnos a continuar nuestro avance.

Las opciones propias de “Front Line” incluyen la cantidad de vidas (desde 3 a 6), puntos necesarios para obtener una vida extra y ajuste de sonido.

Wild Western (1982)

Tal como su nombre lo sugiere, nos encontramos en el salvaje oeste con nuestra pistola desenfundada listos para disparar a quien se cruce en nuestro camino, en un scrolling vertical de abajo hacia arriba, siempre cabalgando nuestro hermoso corcel. En este título también vale la pena redistribuir los botones pues el apuntado se realiza con el stick derecho. Como curiosidad, existen diversos malhechores que nos atacan por la lateral, pero también hay un tren que puede arrollarnos, pero igualmente sirve para protegernos y rebotar balas.

Definitivamente uno de los mayores aciertos de “Wild Western” fue la inclusión de la popular melodía de “Jinetes en el Cielo”; aun siendo versión MIDI (por la época) nutre de mucha vida a la acción y nos trasporta directo al Viejo Oeste.

Sus opciones a personalizar incluyen cantidad de vidas (de 3 a 6), puntos para vida extra, introducción de nombre y giro de pantalla, así como opciones de audio.

Chack’n Pop (1983)

“Chack’n Pop” combina acción y plataformas, con un toque de puzzle. Controlamos a un simpático ser que busca la salida en un escenario estilo laberinto de una sola pantalla. Para ello debemos cuidarnos de los enemigos y liberar un corazón encerrado en una jaula.

Nuestra aventura implica caminar por los techos y lanzar bombas para destruir pisos y paredes, así como a los monstruos que nos amenazan.

Las opciones que permite personalizar incluyen: cantidad de vidas (de 1 a 6), activar entrenamiento, puntaje requerido para vida extra, idioma (japonés o inglés), frecuencia de supercorazón y giro de pantalla.

Elevator Action (1983)

“Elevator Action” es uno de los juegos más populares de su generación, pues logró redefinir el género de acción y espionaje con los elementos necesarios para sentirnos dentro de una película, toda vez que hacía gala de una mayor y mejor movilidad de otros títulos de la época. Con efectos de sonido y música sumamente efectivos.

Controlamos a un agente que llega a un edificio por la azotea para descender valiéndonos de escaleras y elevadores hasta llegar a la planta baja y escapar del lugar. En nuestro camino debemos tener cuidado de los enemigos que salen sorpresivamente por las puertas de los departamentos. Cabe señalar que existen algunas puertas rojas que nos otorgan bonus. El nivel de talle del juego llegó al punto de poder interactuar con las luces al dispararles y oscurecer el lugar.

El control ya incluye una buena variedad de movimientos que implican disparar, moverse a la izquierda y derecha, controlar la dirección del elevador, disparar, saltar y agacharse.

Las opciones que nos permite modificar son cantidad de vidas (3 a 6), puntaje necesario para vida extra y cuatro niveles de dificultad.

The FairyLand Story (1985)

Definitivamente, “The FairyLand Story” entrega un muy entretenido sistema de juego que indudablemente nos hace recordar a otro grande: “Super Snow Bros.” En este título controlamos a una simpática y valiente brujita que debe ir subiendo los niveles dentro de un castillo infestado de enemigos, mismos que van subiendo de dificultad conforme avanzamos; los hay desde los más simples que se lanzan en bulto, hasta aquellos que prefieren lanzar poderes. Eventualmente, muchos de los personajes y elementos de este título, llegaron a “Bubble Bobble”.

En cualquier caso, nuestra mágica protagonista cuenta con su varita para lanzar un hechizo que convierte a sus enemigos en deliciosos pastelitos, los cuales basta con empujar hasta hacerlos caer para desintegrarlos o seguirles disparando hasta que desaparezcan. Los escenarios gozan de mucho colorido y los efectos de sonido ayudan a que la aventura sea más placentera, con detalles que fácilmente nos atrapan para seguir entretenidos un buen rato consiguiendo ítems y tratando de superar nuestro récord.

Entre las opciones personalizables se encuentran la cantidad de vidas (de 3 a 5), puntaje necesario para vida extra, continuación habilitada y giro de pantalla.

Halley’s Comet (1986)

El Cometa Halley orbita alrededor del Sol cada 75 años en promedio y fue justo en 1986 que se tuvo la oportunidad de divisarlo desde la Tierra; la próxima vez será en 2061. Aprovechando el furor, este videojuego hacía franca referencia a este fenómeno.

“Halley’s Comet” se presenta como un nuevo shooter espacial de scrolling vertical de abajo hacia arriba con gráficas notablemente mucho mejor logradas que sus antecesores y un gameplay mucho más fluido. Claro, la mecánica no cambia mucho de entregas semejantes de años pasados, por lo que tenemos que disparar a cuanta nave enemiga se aparezca enfrente de nosotros, incluyendo imponentes jefes de nivel.

Nuestro desplazamiento es sumamente agradable por todas las direcciones y además contamos con algunos power-ups para que la acción se vea todavía más espectacular.

Dentro de sus opciones, “Halley’s Comet” permite configurar la cantidad de vidas (2 a 4), hasta 4 niveles de dificultad, puntaje necesario para vida extra y el nivel inicial (1 al 22, intercalados).

The Ninja Warriors (1987)

La colección “Taito Milestone” no podía cerrar de mejor manera que con “The Ninja Warriors”, un título que evidencia el gran salto generacional en las arcadias, con sprites mucho mejor definidos, gracias a la memoria de la época, permitiéndonos viajar al ese entonces futurista 1993 y controlar a un robot en el traje de un ninja con todos sus movimientos y armas para enfrentar a nuestros enemigos.

“The Ninja Warriors” es un beat’em up en 2D de hasta dos jugadores cooperativos que enfrenta a oleadas de enemigos armados y hasta perros de combate, sin olvidarnos de los imponentes tanques. Siempre vamos avanzando por escenarios impecablemente diseñados y detallados para situarnos en bases militares y algo más. Además, resalta cómo se va mostrando al daño a nuestro personaje al desgarrar su atuendo hasta mostrar su cuerpo robótico.

Sin duda alguna, en su tiempo, solucionó inteligentemente la movilidad, permitiendo que nuestro personaje avanzara, saltara y se agachara utilizando el pad direccional, mientras que los botones de acción nos permiten atacar cuerpo a cuerpo y lanzar los limitados shurikens. Lo mejor es que podemos seguir avanzando agachados y controlar plenamente al personaje en el aire.

Las opciones personalizables incluyen habilitación de continues y dificultad (hasta 4 niveles).

Nostalgia pura

“Taito Milestone” llega al Nintendo Switch, convirtiéndose en una excelente opción para explotar la consola híbrida en todas sus modalidades, con la comodidad de jugar por breves momentos salteando entre juegos o simplemente intentar pasar uno o más de principio a fin, con la obviedad de separar los Joy-Con en modo sobre mesa para aventurarnos con un amigo ya sea por turnos (en la mayoría de los juegos) o cooperativo (en “The Ninja Warriors”). Por si fuera poco, podemos rotar la pantalla en algunos títulos para otro tipo de visualización.

“Taito Milestone” es una excelente oportunidad para que los gamers de la vieja escuela se sumerjan en un recuerdo pleno con 10 juegos que marcaron a toda una generación. También permite que jugadores más jóvenes puedan conocer algunos de los títulos que impulsaron toda una revolución y crecimiento de la industria. En cualquier caso, esta recopilación es un pretexto excelente para viajar al pasado y divertirse rejugando una y otra vez.