El cibercrimen nunca descansa; por el contrario, cada año se vuelve más difícil de detectar y sofisticado en sus tácticas de propagación de amenazas. Tratar de saber qué harán y cómo actuarán los hackers será fundamental en 2024, especialmente ahora que la Inteligencia Artificial (IA) emerge a niveles nunca antes vistos.