Imágenes: Cortesía ASH Natural
- La microflora facial se compone de microorganismos vivos como bacterias, virus, parásitos y hongos que, en conjunto, aportan protección a tu piel y regulan nuestro sistema inmune.
- Su composición se crea desde que nacemos y conforme crecemos, va evolucionando de la mano de nuestro pH, nuestra edad y nuestro género.
En el cuidado de la piel existen muchos datos que desconocemos en torno a su composición. ¿Sabías que en nuestro rostro viven más de 500 tipos de microorganismos? Estos componen lo que se conoce como microflora facial, cuyo objetivo es ser la barrera protectora de nuestra piel contra elementos dañinos.
También conocida como flora cutánea, esta barrera protectora se va modificando conforme crecemos; de hecho, durante el parto, la madre transmite a su bebé bacterias vaginales y microbios cutáneos si nace por cesárea. En el momento de la pubertad se dispara la secreción de hormona del crecimiento y la piel se vuelve grasa. Con la edad, la piel va cambiando gradualmente debido al debilitamiento del sistema inmunitario, la disminución de la renovación celular, la reducción de la sudoración y la alteración de la producción de sebo. Por ello, la importancia de cuidarla día a día para evitar que se desequilibre y aparezcan padecimientos dermatológicos que pueden ir desde la aparición de brotes, espinillas e imperfecciones cutáneas, hasta dermatitis atópica o psoriasis facial.
Cuando nuestra microflora facial está desequilibrada se nota a primera vista gracias a la resequedad, exceso de sebo, acumulación de brotes y enrojecimiento, por nombrar algunos. Y aunque no lo creas, el uso constante de productos inadecuados en tu piel, la sensibilizan y dañan.
Es vital que en el día a día nuestra piel obtenga lo que necesita para estar sana a través de productos cuya función específica sea cuidar nuestra barrera cutánea; para ello existen líneas como ASH Natural Copcept que cuentan con 4 pasos para una rutina ideal (shampoo, loción, suero y tratamiento) y 2 complementos (mascarilla peel off y exfoliante) para devolverle la belleza natural a tu piel.
“El usar jabones de barra en el rostro daña la flora cutánea, estos jabones son alcalinos y alteran el pH natural de tu piel, por lo que elimina sus aceites naturales haciéndola más vulnerable a lesiones y resequedad. Lo ideal es complementar tu rutina con shampoo y loción facial para lograr la doble limpieza coreana, una tendencia que llegó para quedarse”, dijo Beatriz Magrassi, dermocosmiatra de ASH.
La piel habla, solo tenemos que aprender a descifrar sus necesidades para brindarle la atención precisa; ya sea con un suero hidratante para devolverle su esponjosidad, una mascarilla peel off con árbol del té para equilibrar la producción de sebo o bien, un tratamiento intensivo que te ayude a controlar los brotes sorpresivos. Recuerda que tu microflora facial es única; por ello, la constancia es elemental para llegar al objetivo: mantenerla saludable.