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Video: Cortesía Electronic Arts
“Wild Hearts” llega a PlayStation 5, Xbox Series X|S y PC adentrándonos a un fascinante mundo de cacería de enormes criaturas en el Japón feudal, en la tierra de Azuma.
Corazón conocido, alma propia
Aunque prevalece bajo su propia propuesta, “Wild Hearts” tiene tintes que francamente recuerdan a títulos como “Monster Hunter”, dadas las criaturas feroces que encontramos en el amplísimo mundo, pero también podemos referir a “Death Stranding” al tener que desplazarnos de un lugar a otro para cumplir con las misiones. Al final, se convierte en un muy completo RPG que nos adentra a una aventura épica y fantástica mandándonos de cacería al medievo del Sol Naciente.
Tomando el papel de un cazador experto, debemos valernos de la tecnología Karakuri, la cual nos ayudará para enfrentar y vencer a los temibles animalotes conocidos como Kemono (no confundir con KeMonito) que asechan a los habitantes de Azuma. La peculiaridad de estas bestias es que ganan su poder de la naturaleza, adaptando el entorno a su beneficio; afortunadamente, nosotros también podemos hacerlo, construyendo algunas plataformas que nos permiten enfrentar con cierta ventaja a las temidas criaturas entre las que encontramos halcones, simios, jabalís, tigres y más, todos con características fantásticas. Hay alrededor de 20 especies, resultando en una cantidad aceptable que podría crecer con las futuras actualizaciones.
Todo comienza con la elección de nuestro avatar femenino o masculino de entre 12 aspectos predefinidos para después personalizar rostro, ojos, pupilas, cejas, nariz, boca, orejas, piel, arrugas, cabello, barba, maquillaje, cuerpo y detalles tales como ropa interior, voz, personalidad y equipamiento.
Asentándonos en el territorio
Sin buscar descubrir el hilo negro, la trama tiene un peso específico en “Wild Hearts”. Se va desarrollando a lo largo de diversas cinemáticas y conversaciones durante la partida que se puede prolongar por más de 40 horas. Desde que inicia la campaña, se plantean enfrentamientos de alto calibre y, por difícil que pudiera imaginarse, sigue creciendo paulatinamente. Cabe mencionar que mucho del tiempo inicial se nos va en los recorridos del extenso mapa, pero conforme avanzamos, desbloqueamos viajes rápidos y hasta podemos desplazarnos con algunos vehículos.
La mecánica del juego es muy parecida a la de “Monster Hunter”, pues vamos cazando a los monstruos para obtener recursos con los que podemos fabricar armaduras y equipo que nos permitan encarar a los animales más poderosos; así que, definitivamente, debemos aprender a recolectar, administrar y fusionar los recursos que tenemos a nuestra disposición para así contrarrestar los embates de las bestias. Nuestra base de operaciones es una aldea llamada Minato en donde podemos interactuar con sus habitantes, sin mucha profundidad, con eventos que se vuelven convencionales y predecibles; en todo caso, funciona para plantear misiones secundarias. Cabe mencionar que la historia se desarrolla por capítulos y podemos regresar para cumplir con aquello que dejamos pendiente.
Un cazador no puede salir sin su arma, por lo que “Wild Hearts” nos ofrece ocho tipos muy diferentes entre sí, pero con sus propios combos, aunque sin demasiada variedad. Como es fácil de suponer, las hay poderosas, pero lentas, así como ligeras, pero débiles; además de ser pensadas para corto y largo alcance. También contamos con armaduras que modifican los atributos de nuestro protagonista; no obstante, mejorarlas lleva su tiempo.
Comienza la cacería
Los monstruos no son nada sencillos de vencer; ofrecen un reto bastante importante con movimientos rápidos y que difícilmente se pueden anticipar, por lo que hay que estudiarlos muy bien en todas sus fases para salir airosos y es que incluso cuando parece que ya tomamos ventaja, huyen para reposicionarse y, al perseguirlos, nos topamos con una versión más poderosa, por lo que la paciencia es clave. Obviamente, morir se vuelve una constante hasta lograr eliminar a ciertos enemigos con la satisfacción que solo este tipo de juegos nos puede brindar. Aunque caer en batalla es constante, afortunadamente no tenemos que enfrentar a los monstruos de cero, sino en la fase en que nos haya eliminado. Eso sí, lo frustrante puede ser lidiar con algunas posiciones poco amigables de la cámara; asimismo, en un juego de esta naturaleza los ítems de curación son muy necesarios y, aunque abundan, siempre hacen falta.
Una de las modalidades que ofrece “Wild Hearts” es el juego cooperativo para hasta tres jugadores simultáneos online con crossplay activo, permitiéndonos recorrer en compañía el territorio de Azuma. Si existe buena organización entre todos los gamers, la aventura puede beneficiarse con una dificultad más equilibrada, pero también puede ser un dolor de cabeza al compartir las tres vidas entre todos. Pedir ayuda y/o entrar a una partida a través de portales resulta muy práctico.
Además de poder desplazarnos libremente por todo el escenario, contamos con dos ataques (con buen detalle para desenvainar y envainar), así mismo podemos saltar, esquivar, trepar paredes, agacharnos, correr y desatar un ataque más fuerte al llenar la barra correspondiente; cabe acotar que algunos movimientos dependen de la estamina y que existen algunos QTE, además de involucrar un sigilo rudimentario. Adicionalmente, debemos centrarnos en el sistema de construcción que tiene su base en la magia del mundo; podemos levantar estructuras para alcanzar ciertos lugares difíciles y hasta elaborar máquinas que dan mayores oportunidades contra las criaturas. Entonces, gracias a los Karakuri Dragón y los Karakuri de Combate, el juego toma su fortaleza e imprime su sello distintivo.
Tecnología Karakuri
Los Karakuri Dragón pueden ser colocados en los lugares que visitemos, una vez que desbloqueemos los correspondientes pozos de dragón, adquiriendo así más posibilidades en diferentes zonas del mapa; esto también se relaciona con el infaltable árbol que nos permite mejorar nuestras habilidades. Entre algunos de tantos elementos que podemos erigir con estos Karakuri, encontramos campamentos que se traducen en puntos de control y viaje rápido, siendo parte fundamental para que morir y reaparecer sea más digerible.
Los Karakuri de Combate, como su nombre lo indica, nos dan ventajas para enfrentar a las monstruosidades, construyendo cajas, arpones y hasta un planeador, resultando muy satisfactorio una vez que se aprende a combinarlos para atacar o esquivar al enemigo. Desde luego, conforme avanzamos es que podemos contar con más opciones para formar armas más poderosas.
“Wild Hearts” nos permite plantear una estrategia previa a los enfrentamientos, considerando cuáles son los Karakuri que cargamos en las cuatro ranuras disponibles y es que, aunque podemos enfrentar a los animales de frente, construir trampas y otros elementos le da mayor sentido a nuestra cacería. Tal vez parezca que hacer todo lleve tiempo y frene los combates, pero en realidad construir tarda solo unos cuantos segundos; que las batallas se alarguen, depende más de la dificultad de los enemigos.
Propuesta salvaje
“Wild Hearts” cuenta con gráficas muy adecuadas para representar la inmensidad de las criaturas a las que nos enfrentamos ya que todas lucen imponentes con diseños fantásticos; definitivamente disfrutarlo en una pantalla HDR nos hace vivir una rica experiencia visual. La iluminación es el mayor logro, eso sí, durante la noche se ve un poco deslucido, contrastando con los bonitos paisajes que entrega de día gracias a una gran cantidad de elementos en el mundo, aunque algunos van apareciendo de la nada conforme avanzamos. Posiblemente el gran detalle de los escenarios también sea una complicación y es que en más de una ocasión la carga visual juega en nuestra contra al convertirse en obstáculos durante los mismos enfrentamientos, aumentando la dificultad. También vale la pena alabar su interfaz para elecciones claras y rápidas en pleno combate.
En lo que respecta a la banda sonora, estamos ante una muy agradable y nutrida composición que cobija gratamente nuestra cacería, trasportándonos completamente al Japón feudal. Los efectos de sonido son bien logrados, pero hay ocasiones en que algunos no se cargan correctamente; en cualquier caso, ayuda a ambientarnos para escuchar los rugidos de las feroces bestias a nuestro alrededor recreando el ambiente hostil, por lo que conviene disfrutarlo con un teatro en casa o audífonos, aunque la distribución pudo haber sido mejor. Asimismo, el juego llega con doblaje al español castellano, inglés, alemán, francés, italiano y japonés; todos los textos han sido localizados al español, inglés, alemán, chino, coreano, francés, inglés, italiano, japonés, polaco y portugués. Vale la pena señalar que existen momentos para interactuar con diálogos predefinidos sin mucha relevancia.
“Wild Hearts” se convierte en una propuesta con alma propia a pesar de que pudiera tener sus bases con referencias en otros títulos y es que la combinación de mecánicas es lo que hace que cobre una dimensión diferente. Lo que es importante remarcar es que es un juego con un reto considerable sin niveles de dificultad a elegir; digamos que tiene lo justo para invitarnos a seguirlo intentando hasta superarlo en un tiempo congruente.
Electronic Arts, Koei Tecmo y Omega Force han adelantado que tienen planes importantes postlanzamiento, por lo que próximamente estarán saliendo varias actualizaciones gratuitas que bien pueden optimizar algunos detalles y aumentar todavía más el potencial de este título que ya está disponible para PlayStation 5, Xbox Series X|S y PC.
Distribuidor: Electronic Arts
Desarrollador: Omega Force
Género: RPG | Cacería
Plataformas: PlayStation 5, Xbox Series X|S, PC
Duración aproximada: Principal: 42 hrs. | Completo: 85 hrs.
Idiomas en audio: Español, Inglés
Idiomas en texto: Español, Inglés
Modo en línea: Sí
Jugadores locales: 1
Jugadores en línea: 2 – 3
ESRB: Teen
Fecha de lanzamiento: 17 de febrero de 2023
Precio: PS5: USD $69.99 | XSX|S,PC: MXN $1,599.00
Reseñado en: Xbox Series X gracias a un código otorgado por Electronic Arts
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